No cometas los mismos errores
"Y dijo: Déjame, porque raya el alba.
Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices".
Génesis 32:26
La vida de Jacob después de haber huído de su hermano no fue nada fácil. Trabajó muchos años para su tío y atravesó por muchas frustraciones. Además, Jacob repitió la misma historia de su papá Isaac; tuvo hijos con otras mujeres porque su esposa, Raquel, era estéril. Sin embargo, al encontrarse con Dios se dio cuenta que lo necesitaba, no soltó al ángel hasta que lo bendijo. Jacob sabía que necesitaba a Dios de su lado, sabía que no había estado haciendo las cosas bien y que necesitaba su misericordia.
Tú y yo necesitamos a Dios ahora. Desesperadamente lo necesitamos. Quizá no estés de acuerdo con un montón de cosas que tus papás hacen, pero es muy probable que las imites cuando tengas tu propia familia porque así es la naturaleza humana. Sin Dios no podemos ser mejores. Cometeremos los mismos errores si no sometemos nuestra vida a Jesús. El Señor le pedirá cuentas a nuestros padres, pero también nos pedirá cuentas a nosotros. Decide cambiar lo que no te gusta de ti mismo através de Jesús. Sólo en él podrás ser más que vencedor y gozar de una vida plena. No sueltes a Dios, no lo hagas. Lucha. Vence. Dios quiere bendecirte.
Génesis 29
ResponderEliminarLabán no era muy bueno para cumplir sus promesas, nosotros sabes que Dios si las cumple y le dio a Jacob lo que había prometido. Dios les bendiga 😉