Di no a la mentalidad de esclavo
"Y os meteré en la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a Abraham, a Isaac y a Jacob; y yo os la daré por heredad. Yo JEHOVÁ.
De esta manera habló Moisés a los hijos de Israel; pero ellos no escuchaban a Moisés a causa de la congoja de espíritu, y de la dura servidumbre".
Éxodo 6:8-9
¿Quién entiende al pueblo de Israel? Pide ayuda a Dios, pero no le gustan los métodos que usa. Es increíble el estado en el que se encuentra este pueblo cuando Dios levanta a Moisés. En 400 años, esta gente se había olvidado completamente de Dios, vivían en la idolatría y estaban esclavizados. Sin embargo, Dios escucha su clamor, levanta a Moisés y Aarón y los envía a hablar ante Faraón para comenzar su liberación. ¿Y qué pasa? El líder supremo de Egipto obviamente endurece su mano y ellos se quejan con Moisés. No entendieron que Dios ya estaba actuando, que había que tener fe, que había que moverse.
Quizá nosotros hemos actuado de esta manera. Decimos, "Dios ayúdame", pero luego cuando viene la ayuda no nos gusta, y la rechazamos. Preferimos seguir viviendo como esclavos. Creemos que estábamos mejor en Egipto, el diablo nos engaña y nos hace creer que sufríamos menos. ¡Mentira! No seamos esclavos del pecado, de todo aquello que sabemos que nos estorba, de eso que no nos acerca a Dios. Sé libre, vive en libertad, experimenta la verdadera felicidad.